A pesar de lo que podría pensarse, algunos hasta teníamos ganas de desayunar al día siguiente.
Por la tarde, la cosa se animó. Los problemas con el sonido se solucionaron gracias al equipo de los Brass Buttons que muy amablemente cedieron sin ningún tipo de impedimentos. Eso es algo que les agradecemos profundamente y que no se nos olvidará fácilmente. Gracias, gracias, gracias.
La hora de micros abiertos estuvo muy concurrida y amena, con un repertorio extenso que hizo que comenzáramos muy bien la tarde.
El primer valiente fue José Miguel Campaña, un músico experimentado y un nuevo rusty (espero), que había preparado una canción expresamente para este momento.
Tras él, le tocó el turno a Julia, acompañada de Ricardo a la guitarra, que nos deleitó de nuevo con su maravillosa voz.
Y tras ella, vino nuestro Gran Manolo, que este año estaba ya lanzado y no se conformó con un temita como el año de su debut, sino que nos ofreció un amplio repertorio solo y en compañía.
Al principio, con Ignacio a la guitarra. Muy bien por cierto, Ignacio.
Y luego acompañado de Julia y de nuevo Ignacio, con una versión de Harvest Moon a la que se unió Isabel en cuanto detectó que faltaba un instrumento característico: la escoba.
Y ya que estaba ante el micro, Isabel echó manos de su libro de letras y a los acordes guitarreros de Ricardo, interpretó un precioso Bad Fog Of Lonelines con su precioso inglés.
Alberto ocupó la escena a continuación, muy bien acompañado por Julia y Vicky a los coros de Powderfinger. Y no faltaron ni los Crazy Horse que desfilaron de improviso por la trasera del escenario.
Y la última actuación de esta hora fue para Arancha, acompañada de nuevo por la guitarra de Ricardo, que se llevaron la ovación final.
Fuera, el negocio seguía viento en popa y los asistentes nos estaban dejando ya sin camisetas. Yo creo que eso se lo debemos a las vendedoras.